viernes, 27 de abril de 2018

No queda otra que conocer a gente maravillosa

Si tengo un hijo maravilloso no me queda otra que conocer a gente maravillosa, no todo es incomprensión, miradas extrañas y comentarios fueras de lugar.
Tengo la suerte de haber conocido a mamás luchadoras dignas de admiración, profesionales como la copa de un pino, personas anónimas con una sensibilidad y empatía poco común y profesoras y monitoras que simplemente son ángeles.

Hoy ha pasado algo maravilloso que nunca olvidaré, quizas para ellas haya sido un gesto sin importancia pero para mí ha sido muy emocionante.

Martín está hospitalizado, por nada importante por fortuna, por ello ha faltado al colegio. Esta mañana ha llamado su seño, algo que me ha encantado, para interesarse por él, y al rato llamo su monitora, he puesto el manos libres para que hablara con ella, el con un hilo de voz porque aún estaba muy débil pero sonriendo, de repente ella pone también el manos libres y se escucha a todos los niños de la clase vitoreando su nombre, Martincho,Martincho!!!!! Gritaba todos, yo con media lágrima fuera y Martín feliz.
Son estos detalles los que te hacen tener fe en la humanidad.
Gracias María José Storm y Adela Ramírez

viernes, 6 de abril de 2018

El niño normal y corriente

Íbamos de vuelta del cole, ese día salió tranquilo y además era viernes!!!!! como cada viernes y como recompensa por trabajar duro durante la semana le regalé su cochecito. Iba contento con su coche, tanto que no quiso hacer el camino subido en el monopatinete del carrito del hermano, quiso ir caminando y además cambié de ruta y no se enfado..... se tiro todo el camino jugando, arrastraba su cochecito por las fachadas de los edificios, incluso me recordó a cuando yo niña que hacia justo lo mismo, fue inevitable sonreír.
De repente nos vamos acercando a una mamá y a su hijo que estaba tirado en el suelo llorando y gritando... una rabieta!!!! y no es el de mi hijo!!!!!

 Son pocas la ocasiones donde puedo ver una escena similar donde nosotros no somos los protagonistas, yo me pare a observar de reojo haciendo como que esperaba a que Martín llegara a mi altura, me gusta mirar que hacen otros papis en esa situación. Poco a poco llego  Martín, tranquilo y distraído con su cochecito, pasó por delante del niño sin hacerle el mas mínimo caso y de repente escuche algo que jamás en la vida oí en boca de otra persona, la madre le dijo a su hijo al ver a Martín pasar "¿y tú, no te puedes portar como los niños normales y corrientes?".

Cuantas veces le he dicho justo eso al mío, tantas que ni recuerdo, la típica frase de madre que sueltas cuando estas cansada y frustrada aún sabiendo que él ni siquiera entiende que es ser "normal y corriente" de hecho y a estas alturas de mi vida yo tampoco sé que es ser normal y corriente.¡¡¡Quién lo sea que levante la mano!!!!!!

Cuando aceptemos la diversidad funcional, cuando nos demos cuenta de lo enriquecedor que es estar junto a personas distintas a ti, nunca jamás querremos ser como un niño normal y corrientes.